martes, 29 de junio de 2010

(Nunca) San Monster.

El otro día dijo alguien "No hay que ser un santo toda la vida". La gente suele creer que yo soy un niño bien (como los personajes de los Pokémon), pero no saben que yo también he hecho cosas malas. Una principalmente, que es la que se lleva la Palma de Oro en mi Historial.

No me acuerdo muy bien qué verano era, pero no debía de ser más allá de 3º de la E.S.O. Mi hermano había hecho su Primera Comunión, y nos fuimos a Almuñécar. Ese fue el fatídico año en que tuve consciencia, no que lo supiese, de que a ciertas edades, niños y niñas ya empiezan a jugar entre sí.

No me preguntéis qué pasó por mi cabeza, pero acabé llamando todos los días del verano (tanto en Almuñécar, como en la casa de mis abuelos) a líneas de tarificación adicional... pornográficas. Cómo no, el pastel se acabó descubriendo. Se queda bronca decir "La Bronca del Siglo". Jamás olvidaré la reacción de mis padres, pero no me molestaré en describirla.

Fueron los peores meses de mi vida.


Desde entonces, ya no he hecho nada que se diga "maligno", aparte de mentir en muy contadas ocasiones.

Creo que fue ese acontecimiento el que me hace que evite tantas cosas tan típicas de estas edades. Seguramente me acabe pasando, y me encuentré otra vez en una situación análoga.


Otra cosa que ayuda a mi santidad es que tengo cierto miedo a las cosas que me puedan afectar corporalmente. Lesiones, enfermedades, accidentes, etc. Pienso que se debe a cuando estuve cuatro meses con otittis y tinitus, de manera intermitente. Odio esa época, estaba casi todos los fines de semana


Con otras cosas relacionadas con el aparato auditivo, prefiero evitar montañas rusas, lanzaderas, etc.
No se me ocurre una forma de acabar, así que:
FIN

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