viernes, 4 de junio de 2010

La Sexta Estación

Ya se acabó. Proteínas se encuentra internada en un hospital.
He llamado esta noche a su casa para preguntarle qué era lo que le pasaba (llevaba dos días sin venir a clase), y para decirle el temario de los exámenes. Me coge el teléfono su padre, y me lo cuenta todo.
Recogieron unos fatídicos análisis que no dejaban lugar a dudas. No es ya problema físico, sino psicológico.
No podremos mantener contacto con ella en mucho tiempo. El que ella esté sola en un hospital, separada de la gente que la quiere, me desmorona.
¿Qué ha pasado por tu cabecita, Prote?¿A qué se ha debido el giro tan radical que has dado a tu vida?¿Era ésto lo que buscabas? Estoy seguro que no, y en cierta parte te entiendo, pero no hasta tal punto.
Lo peor de todo es pensar en el tiempo que tardará para ponerse "bien", y la posibilidad de que nunca pueda decirse que lo esté. Lo único que quiero es poder visitarla y verla como hace dos años.
Siempre risueña. Siempre feliz. Siempre joven. Siempre sana.

De existir el poder de los santos, pido por Proteínas, y por que todo esto finalice para ella, y para su entorno.
Agridulce Proteínas, me acordaré todos los días de ti. No solamente por el inmenso vacío que dejas al lado de mi pupitre, sino por el inmensísimo espacio que dejas en el grupo. En todos nosotros.

1 comentario:

  1. Jo, lo siento mucho, ese tipo de problemas son una gran putada... espero que se recupere y que acabe bien. Mucho ánimo!

    ResponderEliminar