Ayer, Ciruela y yo fuimos a casa de Proteínas. Ya solo tiene que ir al hospital los lunes, miércoles y viernes, por la mañana. Lo malo es que solo puede salir con sus amigos (espero que seamos nosotros XD) una horita al día, fuera, a la calle me refiero. En su casa tanto como quiera.
Estuvimos esperándola hasta que acabase de merendar, se pintase un poco, etc. Esas cosas típicas. Dimos un paseo, pasamos por:
-Un Chino. Lo estuvimos mirando, y valoramos unas carteras de Betty Boop como regalo para Piercing. Un poco, muy, cutre.
-Avenida de Andalucía. Idea mía, porque dije "A ver si llegamos hasta el Carrefour de Ciudad Los Ángeles". No llegamos finalmente, ni nos acercamos a la esquina ni nada.
-Hospital 12 de Octubre. Ciruela quería rellenar su botella de agua. Al entrar, un securata como un armario de tres puertas nos preguntó lo que queríamos, mazo de bestia. Cuando le dijimos que queríamos ir al baño, nos contestó con una sonrisa en la cara. El lugar donde estaba el baño, la sala de espera, se parecía más a la Estación de Autobuses de Méndez-Álvaro que a un hospital. Se me hizo raro estar allí.
-Avenida de Andalucía II. Al volver, Ciruela empezó a hablar de cosas "guarrindongas", como la masturbación y por el estilo.
-Open 24 horas. Una tiendecita, en la que Proteínas (técnicamente) tenía que comprar papel higiénico, encargo de su madre, y acabó comprándose una pizza a la romana, para el día siguiente.
En su casa, antes de irnos vimos la nueva versión de "El Coche Fantástico", y al volver del paseo, una película o serie, sobre treintañeros que se casaban y tenían listas de "Cosas que hacer antes de cumplir los 30". Eran unos treintañeros bastante ficticios, porque parecían de nuestra edad, a lo sumo universitarios.
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