martes, 13 de julio de 2010

Made In Spain.

Boys&Girls, ayer la Selección Española volvió de Sudáfrica. Me imagino que habréis oído el fiestuqui que se armó. De hecho, yo estuve esperando tres horas en Embajadores para ver el autobús con la gente allí.

Me acompañaban los mismos del domingo, es decir, mi madre y mi hermano (cada vez está más borde el pobre). Hoy no os voy a decir nada patético, porque no lo hubo. Estoy orgulloso de haberme tomado la situación con otra postura, aunque creo que solo es algo puntual.

Estuve tranquilo, e hice un poco el chorra.

Mis friends se habían ido al Parque de Atracciones. Yo no fui porque estoy atadillo a la Oficina, es carejo (el dinero no cae del cielo), y tengo inquietudes respecto a mis oídos. Estuve todo el día acordádome de ellos.

Bueno, el único momento de "tensión" del día fue cuando el autobús llegó a la explanada de Príncipe Pío, cuyo nombre no recuerdo. Sabía que me iba a poner a rabiar de enviada por el fiestón que armaban a los jugadores (cosa que a mí nunca), y para evitar fastidiarlo todo ya al final del día (eran casi las doce), en vez de ver la tele, me puse a jugar al "Hotel Dusk". Conseguídlo como sea, porque os dejará con el corazón en un puño, el alma en vilo, y demás expresiones por el estilo.

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