sábado, 26 de febrero de 2011

Bendita Casa.

Apenas eran las 21:15 cuando salí de casa de Mr. Wow, donde estábamos viendo American Dad Luann, el anfitrión y mi persona. Quedamos, solamente los tres dado que el resto tenían planes botellonescos, a las seis de la tarde, y apenas eran las siete cuando estaba pensando en marcharme a mi casa. De haberlo hecho, habría montado un numerito, algo que yo detesto. No creo que fuera lo que hubiera hecho un caballero, a propósito, qué habría hecho un British Lord? Me imagino que unirse al grupo, y participar animosamente. Yo lo intente, pero no dure mucho. Me puse mi mierda encima, y he estado pensando en ella hasta ahora.
Es agradable escribir aquí, aunque no lo lea nadie, no importa. Siempre quedara como testimonio de mi adolescencia, que no es, ni mucho menos, como esperaba (al estilo de las pelis 100% American Drem). Ademas, a quien voy a contar mis rayadas? En casa, mi bendita casa, mi acogedora casa (donde tengo una cama confortable, una tele normalilla, una pseudominicadena...), tengo que permanecer inmutable, ya que mi hermano se rige un poco por mis reacciones; a mis amigos... Bueno, todos tenemos nuestras cosas, no puedo creerme un mártir.
Así que me refugio en el iPod y el maravilloso WiFi del vecino.
Aiins... Creo que escuchare "The Suburbs" de Arcade Fire. Anthony & The Johnsons es demasiado emotivo, y quiero algo mocividito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario