martes, 7 de septiembre de 2010

Las cosas no salen como se planean.

Este lunes Piercing celebró su cumpleaños. Lo que en un principio iba a ser una tarde botellón "normal y corriente", acabó desembocando en un mar de lágrimas. Eran días de tensión, ante la incertidumbre de las notas, y problemas del corazón.
Finalmente, los nervios se han tranquilizado, y los afectados están como siempre. Deberíais haber estado, (casi) todo el mundo diciendo lo que pensaba, sentía, opinaba. Los que no llorábamos, hacíamos a modo de psicólogos, consiguiendo diferentes resultados. Cuando yo me fuí, después de que me instase mi madre a ello, todavía no se había solucionado del todo los entresijos. Deciros que en casa tuve discusión, si bien diferente, porque fui yo el que tenía el control predominante.

Me ido un poco por las ramas. El caso es que toda la gente había hecho de dominio del grupo cosas interiores. El ambiente entonces era bastante tenso, y al regresar a casa estaba muy nervioso por el rumbo de los acontecimientos, y pensando en mi posición en el grupo (¿soy alguien importante para ellos?¿soy un tercer plato como Sensatez?).

Dormí muy mal aquella noche, y al levantarme a las siete y media, tomé una decisión. Ya que todo el mundo se había sincerado, y que para que ellos depositen la confianza en mí, debía de dar yo el primer paso (no como hasta ahora llevo haciendo), lo lógico era pensar que debía de abrirme (metafóricamente hablando) con ellos. Pues nada, estuve planeando mi salida del armario.

Estuve todo el día mentalizándome a ello, mirando el reloj nerviosamente. Finalmente, cuando me llamaron para quedar, recibí otra noticia. Ciruela iba a pasar finalmente de curso, habiendo aprobado Biología, Inglés y Filosofía (todo lo que estudió de ésta última fueron dos días ,conmigo como profesor, en los que se tuvo que meter 44 preguntas de Cosmología. Ñam Ñam). Ya mi plan se derrumbó, además de que no iban a venir todos los del grupo. No quería quitar protagonismo a Ciruela, después de la llantina que se pegó el lunes, y tampoco quiero tener que ir diciendo "eso" por partes.

Debo decir que lo del armario lo estuve pensando a principios de año. Me gusta estar en un sitio oscuro y pequeño, a escondidas del mundo, siempre y cuando tenga a mano el iPod. No me hace mucha gracia tener que dar ese paso, pero iba a hacer de tripas corazón (¿se dice así?). La razón del cambio es que ,tras el cumpleaños de Piercing, salí muy dolido por la escasa confianza que me deposita la gente en mí. Intentaba ayudar, pero no me decían nada, o me decían que preferían estar solos (luego les veía con hablando con otra persona). Gente que llevaba menos tiempo que yo con mucho con ellos actuaba a modo de intermediarios.

Después de eso, las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza. Me dice que soy muy pasota, y que la gente tiene la impresión de que no me interesa lo más mínimo sus problemas. Eso NO ES VERDAD. Simplemente, no me gusta presionar a la gente. No les pregunto, a menos que me den pie a ello. Además, que yo tampoco soy muy dado a hacer confidencias. Hasta ayer, pero el plan quedó destrozado. Aniquilado de cabo a rabo. KO.

En cualquier caso, lo voy a hacer antes de que acabe este año, pero tendré que esperar (o propiciar) a que aparezca un momento tan idóneo como el de ayer.

Ojalá fuese el típico maricón del que habla Chaqui, pero no. Preferiría hacer todo esto en otras condiciones, pero soy así. Mejor que me quite este marronazo cuanto antes.

Me preocupa cómo reaccionará la gente. No quiero que cambien la idea que tienen de mí, al fin y al cabo, lo he estado siendo todo este tiempo. Por desgracia, es algo que creo que inevitablemente pasará. No es que me guste cómo están las cosas ahora mismo, pero creo que el contarles "eso" no servirá para mejorar nada, todo lo contrario.

"It's lonely to be free.."

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