jueves, 8 de abril de 2010


Debido a un monopolio en mi casa, a que el horno no está para bollos, y que creo que mientras menos sepa mi familia de mi vida (la experiencia da sabiduría, my brother & my mother saben mis puntos débiles, y en los momentos de tensión no dudan en apuntar a ellos. KO), ya no veo nada la tele. Nada de nada, pero aun así quiero hablaros de una serie: "Shin Chan".
Antes de nada, voy a hablar de "Shin Chan" en el mismo plano que series como "Física o Química", ya que ambas están calificadas para mayores de 13 años, por lo que el público que (sepuestamente) las ve es el mismo.

"Shin Chan" nos muestra a un niño japonés de cinco años, Shinnosuke, que en un comienzo vive junto a su madre y su padre en una casa típica, y a lo largo de la serie se unirán su perro Nevado y su hermanita Himawari. Shin Chan, como niño de su edad, asiste a la guardería Futaba, donde se encuentran las profesores (la srta. Yosinaga y la srta. Matsuzaka inicialmente) y sus amigos (Boo Chan, Masao, Nene y Kazama), sin olvidarnos del mafioso (el director de la escuela). La serie teje diferentes historias en cada capítulo, centrándose en Shin Chan, el niño más irreverente del mundo.
Hubo gran polémica cuando se iba a estrenar la serie en España, y aparentemente no era para menos. ¿Un crío que enseña el pene allá adonde va?¿Dónde se ha visto eso? Sin embargo, ocurrió lo mismo que con Bob Esponja (otro de mis ídolos animados) y su hablada relación con Patricio Estrella. Tanto en un caso como en otro, las cabezas de adultos malpensados y que no habían visto la serie dieron voces al cielo, pero por fortuna, ya no es así. Como ya he dicho, técnicamente Shin Chan es una serie para mayores de 13 años (los niños pequeños y fácilmente influenciables no deberían verla), y veremos que hay aspectos de la serie que superan ampliamente el que a veces Shin Chan sea "tan suyo".

Es cierto que nuestro pecualiar protagonista es un niño atípico, pero creo que deberíamos considerar no a Shinnosuke como un peque de cinco años, sino como una persona mayor. Es cierto que su desvergüenza en lo que respecta a su "trompa" escandalizaría a cualquiera de España, pero no ocurre así en Japón. Allí el que un niño haga eso se ve como una cosa chocante, y que se debería corregir, pero nadie se asuste ni se lleva una idea mala de Shin Chan por eso, aunque se suman muchas cosas.

Se ha pintado a Shin Chan como un niño endiablado, malo y que no deberíamos imitarle. En ciertas cosas no deberíamos seguir su ejempli, pero yo le considero una persona buena, noble y leal, que se dedica a hacer trastadas, pero nada más. No es un niño de cinco años ni la serie va dirigida a críos de esas edad. Tiene alma de adolescente y es una serie que va dirigida a ese público, y de ahí, en adelante.

Un detalle muy curioso y esclarecedor, es que nunca miente. Va con la verdad por delante, pase lo que pase, y siempre ve el lado positivo de las cosas. Creo que eso se tiene que valorar mucho más que otras cosas. Además, es un buen ejemplo de lo que debe ser un amigo. A Shin Chan no le importa cómo sea la persona que tiene delante de sí, él solamente se centra en la personalidad y la forma de actuar, de ahí que los personajes de la serie (los que le rodean) sean de lo más variopinto que podamos imaginar. Estos "secundarios" son prácticamente seres marginales, y que están mal vistos en la sociedad, o que al menos cuando pensamos en ellos, los vemos como fracasados, sin vida social, depravados, etc. "Shin Chan" nos muestra a estos seres en su día a día, como personas, buenas y malas, claro está.
Una vendedora a domocilio con pintas de travesti, travestis de verdad, profesoras que compiten entre sí, un director con pintas sospechosas, un niño mimado, una niña autoritaria, un niño sin autoridad, un niño prácticamente autista, un profesor de kendo fracasado, una guionista solterona y amargada, un grupo de chicas frikis al frente de un "batallón", una madre vaga y compradora, un padre que se desentiende de la casa, un perro cuasi-abandonado, una hermana que es un bebé (y por lo tanto, acapara la atención de los patriarcas)...

Todos estos personajes componen la vida de Shin Chan, son la gente con la que se relaciona y con las que entabla amistad. ¿Os imagináis a un pequeñajo hablando amistosamente con un travesti, de tú a tú? Por imposible que parezca, es así. Da igual la edad, sexo, orientaciones de todos los tipos, etc. Shin Chan conoce mundo, y sobre todo a sus personas, y nos enseña a vivir sin prejuicios hacia la gente. Su grupo de amigos no podría ser más variopinto, y cualquiera diría que es destructural, pero no. No señor.

Nos muestra acciones de la vida cotidiana, plagadas de sus personas, que nos parecen rutinarias y anodinas, pero nuestro peque hace que sean estimulantes y sorprendentes. Disfruto mucho más viendo a Shinnosuke en la guardería que la última de Indiana Jones. Hace que vea las cosas diferentes, que me centre en lo pequeño y sorprendente de cada día. Lamentablemente, este efecto se pasa rápidamente, y vuelvo a estar de mal humor con el mundo en general.

Otra cosa que me encanta de Shin Chan, es su postura ante el sexo. Tomo a este pequeñajo como alguien más o menos de nuestra edad (el pueblo al que va dirigido), y veo la corrección y pureza con la que se enfrenta al otro sexo, a sus instintos "animales". Además, confío en el amor verdadero (Nanako) y no se deja llevar por el rollete barato.

Realmente, eres admirable Shinnosuke. I Wanna Be Like You

(Este ending me encanta!)











1 comentario:

  1. No puedo estar más deacuerdo contigo, la serie me encanta y sobre todo por un aspecto del pequeñajo, así como es un niño de 5 años que en cuanto a ciertos elementos, que diriamos culturales, decir "buenos días" al irse de casa o "hasta luego" al llegar o ciertas cosas que hace que su madre le llame burro y demás... cosas normales en un niño de su edad. Es increiblemente capaz de calar a todos los que le rodean sin apenas saber de ellos, saber si mienten, estan alegres... Es curioso!

    Ciao

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