Este fin de semana me he recuperado (por fin) del malestar que me tenía atado el jueves y el viernes.
El sábado por la tarde vi con mis amigos (de entre ellos, debo mencionar a la nueva bloggera Luann, ¡MUCHA SUERTE :D!!) la película de "Sherlock Holmes". La nueva, obviamente.
Me quedé de piedra según iba viendo la película, y es que han dibujado a un personaje que no tiene nada que ver con el Sherlock Holmes que todos (creo) que tenemos en mente. Desaliñado, caótico, tan refinado que cae en lo histriónico, boxeador en sus ratos libres... Lo único que me falta por ver es a Poirot practicando artes marciales, con lo tranquilito y vago que es él.
El caso es que creo que han intentado crear un personaje al estilo de Jack Sparrow, un freak vamos. Un personaje superdesarrollado, con un montón de facetas, de aristad, de gestos, de manías... Pero debo admitir que el resultado no ha sido malo. No. Watson tampoco se ha librado de este lavado de cara radical, ha dejado de ser el perrito faldero de Holmes, para ser alguien mucho más violento e independiente, tanto que casi podríamos eliminarlo de la película, su importancia es prácticamente nula. Cero
Aun así, no me malinterpretéis. No es un mala película. Ni mucho menos. Es una película muy entretenida, una historia muy rallada, pero genial en la ambientación del Londres gótico y sobrenatural. La típica película del sábado por la tarde-noche, nada de dramones ni cosas sesudas.
Al llegar a casa, me dispuse a ver la gala de los Globos de Oro por primera vez en mi vida. Como podéis imaginaros, era en diferido (gracias a SonyTVeo y a Luann por el chivatazo!!), no es muy divertido quedarse toda la noche en vela, y menos para lo que vi.
Yo creía que los Globos de Oro, como antesala de los Oscar, eran una ceremonia espectacular, típica del Hollywood Dorado, aunque esa época pasó hace 50 años, y se nota. La gente, que permanecía tan tranquila como si estuviese en la boda de un primo tercero (¡¡¡estáis en los GLOBOS DE ORO!!!, no en una feria del pueblo), apenas demostraba ninguna emoción extrema cuando recogían sus premios, los únicos que pusieron sentimiento a la hora de hacer posesión fueron la actriz Mo'nique, por su interpretación en la película "Precious"(una película que si creo que es la que es, es bastante dura) y el actor de la serie "Dexter" Michael C. Hall. El pobre hombre atraviesa un cáncer linfático, y recogió su primer Globo de Oro muy emocionado.
No me hagáis tampoco mucho caso sobre la frivolidad de estos premios, porque solo vi hasta la mitad de la gala. Me cansé (suspiro). Espero que los Oscar no sean así. Cambiaría el concepto que tengo de toda una industria (risas).
Después de esta decepción de oro, me dispuse a ver una película que alquilé en la cutrebiblioteca de más abajo de mi casa. La película parecía muy "comedia-romántica-somos-adolescentes-jóvenes-atractiv@s-follamos-como-monos-y-vemos-cumplidos-nuestros-sueños-con-o-sin-esfuerzo-jiji-jaja-mundo-feliz". Pero nada de eso. Se llama "Pleasantville", y os recomiendo efusivamente que la veáis. ¿Por qué?
Porque se trata de una película desenfadada y alegre, pero nada de que caiga en vacío.
Cuenta la historia de unos hermanos ,que por culpa de una pelea por el mando de la televisión, se trasladan a una serie de televisión (Pleasantville) en blanco y negro. Una vez allí, deberán vivir con cuidado, ya que cualquier cosa que vaya en contra de las normas de Pleasantville hace que algo sin igual ocurre en el monocromático pueblo: las cosas se vuelven de color.
No es una película típica, nada de eso, me llevé una gran sorpresa según la iba viendo. Tiene unos personajes buenísimos, muy simpáticos, resueltos y agradables; y la historia, nada típica. No te hará mearte de la risa, pero creo que hace algo muy importante: te deja con una sonrisa en la cara durantes mucho tiempo (incluso días, si así quieres que sea) y una sensación de bienestar general.
Sin embargo, esta película me ha llevado otra vez a comerme el tarro. Casi todas las películas de adolescentes lo hacen. Yo también quiero vivir en Pleasantville, pero en el Pleasantville a blanco y negro, donde no hay broncas, ni rupturas familiares, ni preocupaciones por el sexo, por la amistad, etc. Lo único que hay en el Pleasantville B/N son valores elevados y puros (momento estelar: "Disfrutaréis de risas sanas, y sexo seguro" (dos camas individuales debidamente separadas y con un corazoncito). No hay nada en él que lo contamine, todo es blanco y antiséptico. Leche, galletas, sobresalientes, éxitos deportivos, esfuerzo compensado... a lo más a lo que llegan las parejas es a cogerse de la mano. Los hijos caen del cielo.
Obviamente, este no es el mensaje de la película. El mensaje es el más adecuado que podía haber. "Lo que hace que la vida tenga su chispa es el riesgo, el color". El problema es que nada de eso encaja conmigo. Busco el riesgo, lo llamo a gritos. "RIESGO, VEN A MÍ AHORA O NUNCA. TE VAS A CREAR UN ENEMIGO. SOÑARÁS NO HABER CONOCIDO A MONSTER". No toméis el riesgo como pistoletazos y asaltos desenfrenados. Los más cercanos lo conocen (bueno, la más cercana, ¿no es así, Luann? XD). Recomendación: ver la mitad final de la tercera temporada de "Física o Química". Dos horas cada día.
Dejando eso de lado, y volviendo a la peli, vedla, os aseguro que pasaréis un buen rato.
Me encantaría ir a ver Sherlock Holmes, la verdad es que el tráiler me ha llamado la atención. Es normal que en este tipo de películas se tomen licencias para cambiar algunas características de los personajes y de la trama para hacer cine más comercial. Normalmente el resultado es un bodrio que no tiene nada que ver con el libro, otras en cambio son verdaderas obras maestras, como El nombre de la rosa.
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