viernes, 1 de abril de 2011

Qué cosas: una clínica-hotel.

Boys&Gurls, ya he vuelto del hospital. Ahora tendré que ir a por no hermano, pero tengo un ratito...
Me he saltado la última hora, he ido a la Oficina (para dejar la mochila), y he emprendido el camino hacia la Clínica La Luz.
Ingenuo de mi, me he llevado los apuntes de lo que habíamos dado hoy en Lengua... Como era de esperar, no me ha entrado nada. No porque no haya tenido las intenciones para ello (que me he aprendido la novela de los años 40), sino porque cuando iba a pasar a los años 50, un chavalin (con unas mechas que parecía que se las había echo yo con el subrayador), empezó a taladrarme mientras hablaba por el móvil. Tenía mucha MUCHA pluma ("tronca, es que me parece muy fuerte el súper-plantón que me ha dado, le he estado esperando hasta y cuarto, sabes?..."). Lo del "súper-plantón" me dejó frío.
En el transbordo Moncloa-Circular, debo decirlo, me hice la picha un lío. Por suerte, sin dejarme en ridículo, llegue al andén adecuado. Tampoco logré estudiar, porque cada dos minutos tenía que darme la vuelta si ya era la estación en la que debía bajarme.
Una vez en la calle, fui en camino, y pasé de largo la Clínica. Razón: me habían dicho que la Clinica era azul, y el autentico edificio parecían oficinas de yuppies. Justo al lado, había una banda azul. Pensé "Vaya, ya estoy". Error. Era una clínica de cirugía estética. Di media vuelta, y me metí en las "Oficinas".
Pregunte la planta de la habitación, la novena, y cogí el ascensor. No me preguntéis por qué, pero me bajé en la segunda. Al ver solo consultas, pregunte a una enfermera, la cual ya me hizo caer en mi error.
Ya en la habitación, me encontré a mi madre y a mi abuelo. Después de las cosas típicas (besos, abrazos...), me dijeron lo que había tras la laparoscopia+bonus (biopsia). Nada, no sabían qué hacer. No solo eso, sino que el abanico de posibilidades se ha abierto (una de ellas, por x razones es no operar).
Bueno, no os aburro con más cosas de esas, que he hecho unas pocas.
Cómo se nota que La Luz es privada... Mi madre tenía una habitación para ella (más grande que la mía propia), con una tele mas plana (que no es difícil la verdad) que la nuestra... Y un baño... PEDAZO BAÑO, me he quedado sorprendido. Toallas con el nombre de la clínica, una ducha que lo único que le falta es el hidromasaje... Impresionante.
Por cierto, esta noche me quedo a dormir allí, en el sofá tan cuco que tiene la habitación.
Cualquiera pensaría que somos "algo", una familia de origen agrícola (todos mis antepasados hasta mis padres eran agricultores) en un hospital donde lo más que ves son Blackberries y iPhones...
Yo aparentaba ser "algo", con mi camisa remangada (de mi abuela), el pelo como si fuera un pijo (estoy dejandomelo largo para en verano hacerme un corte radical)... Qué cosas. Ya os contaré mi estancia nocturna.

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