Una duda de por vida.

Chic@s, ya estamos en mi casa mi madre y yo. Bueno, siendo correctos, llegamos para el mediodía. Bueno, os contaré un poco mi estancia nocturna. Tampoco es que hiciera gran cosa. Cogí un taxi para que volvieran mis abuelos y hermano, y tras eso estue estudiando en el sofá hasta las 24:00h, mientras mi madre veía la tele. No pude meterme gran cosa, solo la obra de Rousseau.
Dormí en un sofá que se me quedaba un tanto pequeño (los pies sobresalían de los posabrazos), con una alhomada que se me resbala continuamente. No he dormido mucho, porque me despertaba cada hora o menos, bien por calor, bien porque me iba a caer... Y también por una pesadilla terrible. Soñaba que iba junto con mi abuelo a la consulta de un medico privado. Me usaba de camilla, y acabaron diagnosticandole a mi abuelo el adenocarcinoma ese. Pedí tratamiento al borde de la histeria, y me entregó el doctor un folleto sobre cómo aceptar la muerte. De la rabia, me puse a destruirlo todo.
Por la mañana, tampoco he estudiado mucho, por el barullo de "gente-entra-gente-sale", y porque mi madre se ha pasado todo el rato con el auricular pegado a la oreja. Cuando entraban las enfermeras, me fijé en que el enfermero al que le había preguntado la noche pasada unas tonterías (que si mi madre podía tal, que si lo demás allá...), y pensé "Joder, menudos turnos". Lo que voy a decir ahora es un tanto desvariar. El caso es que el enfermero me ha echado un par de miraditas, incluso me ha preguntado que qué estudiaba... No quiero pensar cosas raras, porque yo miro mucho a la gente, y eso no quiere decir nada... Pero imaginaos... Ayer parecía algo y todo, podría ser.
Llevo todo el día pensando (junto con el programa de estudio de Semana Santo) en cómo habría desembocado la situación de no estar mi madre y el resto de personal... Es una gilipollez, pero a lo mejor la conversación era más sustancial...
Joder, yo soy el que digo "Hey, que te miran!", necesito alguien que me ayude a interpretar esas cosas, yo no tengo ni idea.
En cualquier caso, yo sí que se cómo le miraba (y no he mirado asi, lo garantizo)... No quiero que penséis que el tío era un modelo, era normalito, pero tenía cara de buena persona (y un piercing en el labio y un hablar muy canih). Ojalá alguien estuviera allí...
Dejemos ya este paréntesis (importante para mí, porque de ser así, seria la primera que me mirasen de "aquella manera"), y continuemos con lo relevante. El Dr. Miras (ya hago publicidad), vino y nos estuvo contando el panorama. En resumen, había que esperar a los resultados de las biopsias, algo que seria después de mi viaje a Roma.
Finalmente, volvimos a casa en un taxi (mi madre no estaba para el Metro), en el que siempre sonaba salsa.
Por suerte, tenemos unos días de evasión... Aunque esa duda me va a quedar de por vida.