The Prayer

Ayer por fin acabé los exámenes de evaluación, y para cerebrarlo fuimos a La Gavia (coñazo, pero bueno...). La tarde transcurrió normal, no fuimos todo el grupo y se notaba, tanto para bien como para mal. A la hora de volver, pasamos por el descampado que hay cerca, y me quedé un momento en blanco. Era de noche, un sitio solitario rodeado de construcciones, y hacía una brisa refrescante. Ese momento lo memoricé, me encantan las noches como aquella.


Cuando ya iba yo solo en dirección a mi casa, empecé a pensar. Es lo único que hago cuando estoy solo y no tengo mis cascos a mano.


Voy a hacer una pequeña Intro. Yo tengo un apasionante mundo interior, vamos, que vivo en mi burbuja. En ella tengo un pueblo, una película en blanco y negro, y demás desvaríos futuros. Con esta pompa permanezco prácticamente todo el tiempo que me quedo a solas, pero hay veces en las que mi pompita explota y llega el agua a raudales. Tres veces me ha pasado esto en lo que llevo de vida, y son muy reconocibles ahora que las recuerdo. Son unos momentos de extraordinaria claridad en las que soy consciente de algo, y ya todo cambia. La muerte y el sexo (no lo que hacen papá y mamá para tener un hijo, el sexo gratuito y por placer) son dos de ellos. Cuando fui consciente de lo quer verdaderamente era la muerte, como con 7 u 8 ocho años, me quedé de piedra, estuve un mes horrible, que tenía que dormir siempre con alguien porque no aguantaba estar por las noches solos. El cerrar los ojos y no volver a abrirlos me daba pánico, y todavía es así, pero de otra manera.


Me enteré de lo que hacen los padres para tener hijos en 6º de primaria, y al día siguiente un compañero me explicó lo que era una paja, una cubana, un dedo... todo lo que hay que conocer. Pero esto no era uno de esos momentos, fue el verano de 2º-3º de la ESO cuando me di cuenta del sexo en plan burro y sin edulcorantes. El mete-saca y los gemidos. Me quedé también de piedra y me porté como un imbécil.


¿Qué y cuándo ha sido el tercer momento? Este año pasado 2009. Era verano, y así, sin más, me di cuenta de que era homosexual. Pluff. Ya lo había pensado en otros momentos, incluso lo dije, no en serio, únicamente por ver el efecto que causaba. Desde ese momento en que se lo dije a una persona, no volví a pensar en ello. Yo pasaba de ello, de las relaciones ya me entendéis cómo, lo único que quería era que no tuviese problemas y pasármelo bien.


Este año pasado fue de otra manera. Fue una sacudida, nada que ver con ese atrevimiento de más peque, que lo solté con toda la tranquilidad del mundo. No fue así, estaba leyendo y dejé el libro, me puse a dar vueltas alrededor de la casa (por suerte estaba solo) y mientras mordiéndome las uñas y escuchando el mp3. ¿Yo gay? Al principio estuve muy tranquilo. Todo era más claro y fácil de ver, las cosas cuadraban. Todavía no es el momento del que hablo, este llegó como dos semanas después, cuando ya adquirí plena consciencia de lo que conllevaba... y de la situación actual y de entonces, que al fin y al cabo, es la misma.


"Tengo que hacer algo. Ya. Ahora. Rápida ejecución=Rápidos efectos" fue lo que pensé. Después de mucho darle vueltas, volví a hablar con la personita del principio. Yo, como siempre, brusco y metembrollos, pero me di cuenta de que se me hacía enormemente difícil tratar el tema en cuestión. No me hago a la idea de mi sexualidad a menos que esté alone in the dark, pero cuando estoy rodeado de gente se me hace muy incómodo. Estaba hablando en mitad de Callao lo más bajo que podía, en invierno, y así hasta llegar a un punto intermedio en donde nos separamos.


Entonces me sentía que era plenamente conocedor de todo, que tenía que hacer algo ya. Ése es uno de los problemas, que siempre he creído que hay cosas en la vida que llegan siempre, a una edad, que es natural y prácticamente inevitable. Con la ausencia de la que disfrutaba (disfruto), se rompía uno de los esquemas que tenía en la vida, el de estas situaciones que llegan porque sí, porque la vida es variable pero tiene unos puntos de inflexión universales y comunes. Nada de eso que me tranquilizaba y me hacía tener esperanza en el futuro era válido ya. Destrucción total.


Decidí encaminarme, y me topé con mi madre. Siempre he sido un chaval que he procurado obrar lo más correctamente en mi vida: no he bebido, no he fumado, no he robado, siempre he sacado buenas notas... Y creía que si de verdad tenía interés en lago, insistiendo lo conseguiría. La única cosa que le pedí a mi madre con este interés, me la negó. No pasa nada, lo volví a intentar, una y otra vez durante medio año. Nada. Estaba flipando en colores, y me quedo corto. Estuvimos una buena temporada mi madre y yo enfrentados, siempre con alguna bronca por esto, pero nadie desistía. Obviamente, al final acabé cambiando yo, hice que me olvidaba del asunto y que volvía a ser el pompesco nene de antes. Una vez más, y como SIEMPRE, mi madre se llevó la suya. Jamás pensé que para algo serio que pedía, se me sería denegado así. Hablé con mi madre de veinte mil formas distintas, intentando hacer que lo viese de mi punto de vista, pero nada. Tendría sus razones, pero no me podía imaginar que después de mi comportamiento durante estos años creyes que pudiese ser tan desconfiada conmigo. Quiero aclarar que no le dije nada a mi madre sobre mí (lo de arriba, vamos), eran otras cosas (relacionadas).


Ya lo he dicho, tuvimos muchas discusiones, siempre sacaba yo el tema , pero lo hacía de forma controlada y suave. Pero no, mi madre siempre llevaba las cosas al terreno en que es una mezcla de fuego y música (ja ja, una frase de "Eva al desnudo"), y yo también soy un genio. De esas discusiones lo peor era lo que me decía, porque al final mi madre hacía las paces... pero no retiraba lo dicho (cosa que yo sí hacía), y en cualquier momento puede volver a decirlas, lo sé, no se corta. Las cosas tienen que salir como ella dice, si no, te dará el coñazo hasta que te hartes y lo hagas como quiera. Hacedme caso, os habla la voz de la experiencia. El papa sabe lo que dice. (A pesar de lo que digo, quiero a mi madre un montón. Aún así es mi madre, ¿no?

En casa también estamos mi hermano y mis abuelos maternos. Mi hermano tiene 12 años, aunque aparenta mucho menos. Me llevo extremadamente bien con mi hermano, pero últimamente se le nota un poco cambiado, ha cambiado de colegio y demás (cosas normales), pero en nuestras habituales peleas, ya se ha vuelto un listillo, me da justo donde más duele, metafóricamente hablando. No sabe lo mucho que me fastidia lo que dice, porque yo permanezco impasible ante lo que dice, pero a veces parece que sabe lo que más me jode en el momento adecuado, y justo va ahí. Además es egoísta y caprichoso, me enerva, es como mi madre.

Respecto a mis abuelos maternos, siempre me dicen "Cuidao, que tu madre te va reñí"(son andaluces). ¿Que mi madre me va a echar la bronca? Ya lo sé, no hace falta que me lo estén diciendo constante y obsesivamente. Ya os he dicho que nunca he hecho nada incorrecto o malo, ¿y me tienen que decir siempre lo que tengo que hacer? Si de algo puedo presumir es de tener unos principios muy rígidos, y soy consecuente con ellos. Sé lo que hago, y luego trago con lo que venga; así que, yo ya sé cuándo la bronca va a ser soportable y cuándo no, y a partir de eso actuaré de una forma o de otra. Mis abuelos cuando vuelvo a casa dicen "¿Ya has vuelto de darte un paseo".¡Un paseo!¡Un puñetero paseo!Me molesta de una manera desproporcionada para el significado de las palabras, pero es que es lo único que he hecho, dar un paseo. Ahí me he quedado como en otras tantas cosas, mis abuelos son el constante recordatorio cada fin de semana de todo esto. También les quiero un montón, no os equivoquéis.

Respecto a mi grupo, de las personas que puedo decir que sean AMIGOS/AS, son para mí como otra familia. Otra vez vuelvo a hablar de lo mismo, y os remito para más información a entradas anteriores. Muchas veces, me revientan sus ademanes de grandeza, de chulería, de inconstancia, de vaguería, de servidumbre por un lado y señorío por otro. Me fastidian sus motes ocultos entre el Grupo Oh-Cedro-Piercing-WOW-XupaWOW-ProteínasVegetales("¿Paella?¿Ciruela?¿Gelatina?¿De qué m'habláis?"), y sus secretitos, el que enterarme de las cosas cuando ya han pasado (así como yo, otros del grupo, especialmente la Sta. Sensatez), sus bromas cansinas sobre mi alegre estado de humor cuando en realidad no es así, el que siempre vengan a chafarme la fiesta cuando estoy con alguien con quien disfruto enormemente estando (no os imaginéis cosas raras, ¿eh?)... el que sean a veces tan diferentes que no sepa cómo podremos sobrevivir a la separación después de 2º de Bachillerato.

Lo que más me fastidia, es que me conozcan tan mal. En un principio pensé en decírselo, goodbye closet, pero he visto que lo mejor es que no se así. Todo cambiaría radicalmente, y aunque algunas personitas después del shock volverían a ser las de antes, otras cuantas. Lo sé por los comentarios espontáneos que dicen, y aunque digan que si no te aceptan no deben ser tus amigos, no sé si estoy dispuesto a pagar semejante precio por nada. Nada cambiaría si lo soltase, si les dijese mucho más de lo que cualquiera de ellos me ha dicho (hablo en general), únicamente alteraría para siempre mi ecosistema. Si mereciese la pena, lo haría YA, cogería el teléfono y de tirón, algo muy típico mío, pero ¿para qué? Pensaba que si lo decía, ya por inercia iba a haber cierto momiento, pero ya os he dicho que peco de inocente.
Tenía una terrible idea de los 16, alimentada por las pelis teen norteamericanas, en las que el freak siempre acaba avanzando en la vida, pero veo que es ridículo que haya podido dejarme contaminar por bazofias-disneychanneleras.
Lo peor de todo, es que sé que en un futuro próximo (hasta 13 de noviembre de 2010) nada cambiará. Entre cosas que ya vienen en mi pack, otras que han venido, las hay que dependen de terceros, y también de mi ocasional rigidez en el orden de MI vida; las posibilidades se reducen espantosamente. No quiero nada, en serio, en plan rollo ni estilo así, no esty desesperado (hasta cierto punto XD), creo que lo primero sería hacer amistades más en sintonía conmigo. Pero vuelven a entrar en acción mis principios ("No eches mano de los chats bla bla bla..."). ¿Debería de ser más liberal en cuanto a métodos y demás? El problema es que yo enarbolo las cosas, y de no salir satisfactoriamente, estaría toda la vida recordándolo. Me temo que sea por una cosa o por otra, acabaré maldiciendo.
Conclusión a la que he llegado: Monster, estás jodidamente amargado. Además de cómo eres (el lote), eres un gilipollas por amargarte la vida de esa manera. Lo sé, pero me resultaba inevitable estar rodeado de ... bueno, no sé el término a emplear. Sería algo así como "Tanta felicidad aparentemente artificial aunque quién sabe si auténtica típica de High School Musical", pero aun esta frase tan largo no lo define del todo. Estoy todo el día comiéndome la cabeza, no me centro y estoy desganado. Sueño con que acaben las clases y pueda estar un momento prácticamente a solas en mi casa, escuchando mi vanagloriado iPod.
Un compañero mío me ha contado que tuvo una pequeña crisis de nerviosismo en casa, y fue al psiquiatra. Remedio: pastis. Quizás debería de hacerlo yo también, aunque siento verdadero pánico a la medicación.
Por suerte, tengo mi remedio casero: porno, música e imaginación.