Preludio del Fin.

Desde hace mucho tiempo tengo una idea rondando por la cabeza. He meditado, analizado y sopesado la idea en cuestión; y la voy a llevar a cabo. La idea de la que os hablo es cerrar este blog, bueno, abandonarlo, y comenzar otro nuevo.
Jamâs hubiera imaginado nunca que estaría durante más de dos años y medio escribiendo con cierta regularidad lo que pensaba (casi nunca en estado de serenida) en este pequeño rincón de la red. Son muchas las horas que he estado al frente del teclado y de esta pantalla, y, de repeten, decido cerrarlo.
Los motivos de ello son varios. En primer lugar, leyendo algunas entradas, puedo ver lo mucho que he cambiado. "¿Cómo es que escribí yo esto?" me pregunto muchas veces.
Junto a este cambio de, digamos, nivel interno, va a haber otro cambio importante: empiezo la Universidad en cosa de una semana. La mala redacción, la pobre gestión, la monotonía temática, el secretismo y demás son los restantes motivos. Así que, ¿qué mejor momento que ahora para emprender esto? Se que echo mucha mano de la simbología, pero tenía muchas fantasías de cambio para este verano. Ya que no, al menos me voy a dar el lujo de empezar de cero, con la cierta experiencia que he acumulado, un nuevo blog.
Supongo que será en respuesta a algunas obsesiones subyacentes mías. Las estadísticas de Blogger me dan unos resultados bastantes pobres, las de Google Analytics más todavía (aunque creo que es por culpa mía). Sumamos un Twitter falto de seguidores, de menciones, de RT's, de FF's; y una vida igualmente pobre.
No es que vaya a cerrar el blog (que en Blogger equivale a borrarlo en su totalidad), simplemente voy a dejar de escribir en él. Lo voy a dejar como testimonio de estos meses, que era otra de sus finalidades.
No tengo ni idea del nombre, aunque seguiré publicando con mi mismo pseudónimo. Para los que sientan cierto interés por lo que escribo, o como lo hago, ya diré el nombre del nuevo sitio. En cualquier caso, será dentro de menos de una semana.
Hasta entonces, seguiré aquí. Seguiré contandoos lo que se me pase por la cabeza. Y, por supuesto, me despediré en condiciones.