Ayer llegué al pueblo, aunque solo voy a estar el fin de semana. Al siguiente, me esperan dos semanas inciertas aquí, y, finalmente, empiezo la temida facultad.
En fin, no me queda casi nada de este verano, y no es que vaya a guardar un recuerdo precisamente agradable.
Ya me han dicho en repetidas ocasiones que éste "es el mejor verano de tu vida". Yo no creo en esas generalizaciones, aunque puedo afirmar que no es digno de recordar.
He tenido discusiones fortísimas, mayoritariamente con mi madre y el Chaval 2.0; ha pasado ESO de la Oficina; desconfío de mis amigos... Un desastre, lo mire por donde lo mire.
Y encima, el broche final son dos semanas en mi pueblo.
Todas las cosas anteriores me molestan, pero lo de mis amigos... Quizás sea paranoico (seguramente), pero últimamente están consiguiendo que pierda toda confianza depositada (poca, por mi carácter).
Y ahora... Bueno, si hay que beber en el pueblo, beberé. A ver si pillo tal borrachera como para que se me olvide todo esto. Y es que me siento dejado, despechado, utilizado... Y bueno, tampoco llego a la uni "en condiciones" (aunque no es que sea una novedad ni mucho menos).
Hace unos días me hicieron pensar que mis pasos eran erróneos, que era en exceso desconfiado... Bueno, en ese caso confié demasiado. Quizás sea todo culpa mía, porque ya me han apodado Mr. Moral.
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