Flash Day. El Fin de una Era

Buenos días.
Me levanté el sábado pronto (las nueve) y me puse a estudiar. Tenía que hacwer todo aquello que no podría hacer por el mediodía o la tarde. La mañana fue cargadita, entre otras cosas por que me pasé gran parte del mediodía con el teléfono en la mano, viendo los plannings de la gente, e intentándolos cuadrar con los míos.

Matar un ruiseñor.
El sábado, como ya os habré dicho anteriormente, era el cumpleaños de Proteínas, y yo sin regalo. Salí pitando de mi casa a las dos, y me embarqué en metro hacia Callao. Un regalo: "El Color Púrpura", por desgracia, estaba descatalogado allí adonde fuí, y me decanté por "Matar un ruiseñor". Me encanta ese libro, y creo que se trataba de un regalo bastante personal, no hay nada mejor que una buena lectura. Espero que aprecie el encanto de leer un proceso judicial en la Norteamérica más arraigada, contado por una niña pequeña.
Después de comprarlo, volví al Metro, y no sabía lo que iba a pasar a continuación.

Sorpresa.
Llegué finalmente a mi destino: Príncipe Pío. No me costó mucho encontrar el quiosco donde´se debía reunir la gente para participar en el Flash Mob. Estuve esperando solo un buen rato, y me decidí por hacer "amigos". Intenté hablar con una chica que era mayor que yo, y creo que me respondió por educación más que otra cosa. Lo intenté con otro chaval, más o menos de mi edad y también solo, pero solamente obtuve monosílabos por respuesta y una mirada fulminante. No debería ser lo suficientemente guay para él. Conseguí integrarme (más o menos) con dos chicas sudamericanas, que me sacaban ocho años. Después de esperar cuarenta minutos, el "comboy" se puso en marcha hacia el emplazamiento de los ensayos.

París, Texas.
Película que vi el sábado por la noche, pero no viene al cuento, a excepción de que el viaje hasta el parquecito se me hizo tan largo como los cuatro años que pasó el protagonista demabulando por el desierto. Estaba con las dos chicas, que eran majas y compasivas, pero hacían unas bromas de realmente mal gusto.

Primer contacto.
Ya estaba en los ensayos. Empezamos haciendo el baile de primeras, por ver el estado de la gente. Me di cuenta para mi pesar que prácticamente los diez primeros segundos me los había inventado. Esta vez me acoplé a un muchacho (también mayor que yo, por las pintas) que estaba margi y tenía pintas de ser un freak. A las cinco y media, me fui del sitio totalmente alterado, traspuesto, y deseando irme a la Habitación del Pánico de Candace. Orden de los acontecimientos:
1. Veo a un ballenato (siento ser cruel) con una mochilita ridícula, con chapas en las que se leía "YO ÚNICO", con el fondo de una margarita arco iris.
2. Una gran mayoría de los pibes se acercaba a saludar al sr. X, y darle dos besos.
3. Ya en los ensayos, apareció uno de repente, contentísimo, con tacones de aguja.
4. Después de un rato, eran cinco los que llevaban tacones.
5. Cuando nos estaban enseñando los pasos, todos estaban embobados mirando lascivamente al cachas del "profe" (que no tení ni pelo de tonto).
6. En un intermedio, ponen "Single Ladies", y tres chicos adolescentes la bailan mejor que la mismísima Beyoncé.
7. Dos jóvenes se despelotan prácticamente para atarse con una banda de la policía, muy "Telephonesca".
Después del suceso 7, mi cabeza ya no podía más, y me fui con viento alegre. Nunca más.
No se por qué me marché, pero estaba más nervioso que si me hubiesen puesto 80 exámenes en un solo día y no hubiese estudiado nada. Tanta "mariconería" (perdonad la expresión)... no la había visto en mi vida, era la primera vez que tenía un contacto directo con la otra acera, propiamente dicha. No solo eran gays, sino también lesbianas y gente dudosa. ¿Por qué me pasó eso? Por primera vez, creo que no puedo responder a ello. Estaba confundido ( y lo estoy).
No tengo nada en contra de ello, e incluso creo que de haber sido otras circunstanias, habría actuado similar.

El Fin de una Era.
Cogía el Metro otra vez, envuelto en una espesa neblina. El día 8 de mayo, sábado, me di cuenta de lo mucho que había cambiado todo en dos años, especialmente en este último. No solo yo, sino también la gente que me rodea. Fue como un martillazo en el brain, me hizo verlo todo así.
Estaba solo en una movida más grande de la que yo esperaba.

Bajo la lluvia, y con un regalo a cuestas.
Mi madre se extrañó enormemente cuando me vió en casa a esa hora (las seis). Le dije que no iba a hacer lo que tenía planeado por la tarde, cogía la nintendo DS y jugué al Mario Kart Wi-fi, mangándole unos veinte minutos la conexión al vecino de abajo. Ya a las seis y media, estaba esperando a mi fiel compañero el tren, para poner dirección a Legazpi, Proteínas Haus.

La veleta.
En casa de Proteínas apenas había dos amigas que conocía, el resto era familia suya.
Les expliqué que me había rajado, y que pasaría la tarde celebrando el cumple.
El panorama no era el mejor del mundo. Una idea se me pasó por la cabeza, ¿y si...?

Corre, corre (que te pillo).
Ocho menos veinte. Otra vez en el Metro, esta vez hacia Gran Vía. Cambio de planes: iba a asistir al Flash Mob. Tampoco se a qué se debe el cambio tan radical, pero así fue.
Salía del Metro de Callao, y el cielo era plomizo, bastante en sintonía conmigo (no porque estaba depre, sino porque no tenía ni sol ni claroscuros, indefinido). Me compré unas gafas imitación Carrera, y salí corriendo en búsqueda de la Plaza Vázquez de Mella.
Después de preguntar a cosa de cinco personas, logré estar en la plaza a las ocho menos cinco. Tuve tiempo de mirar todo el ambiente (nunca mejor dicho).
Faltaba poco.

"Stop calling, I don't wanna talk anymore...".
20:00h.
Suena "Telephone". Cinco minutos después, acaba "Bad Romance".
¿Qué ha pasado? Pues nada chicos, ha tenido lugar una macrocoreografía en una plaza de Chueca, con mucha gente travestida. Apenas salía hacia el centro, cuando ya acababa la canción, se acabó pasmosamente rápido.
Ya la gente iba a sus grupos de amigos, y se oía "Guapa" y "Tía buena" allá por donde fueses.
Cogí el subterráneo, de nuevo al centro del cumpleaños. Razón: olvido del móvil y cartera.

Tranquilos, no ha pasado nada.
De nuevo en la proteica casa, cogí el móvil, me preguntaron con escaso entusiasmo que qué tal había ido ("Bien"), y después de estar un rato en suspensión, volvía a mi casa.

The End

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¿Qué os ha parecido mi sábado? Fue tan rápido y "diferente" como los cincuenta segundos de la canción de "Party Boy" (posteada en mi entrada anterior).
"Party Boy" es la banda sonora de ese día, me gusta tanto que me dan ganas de llorar cada vez que la oigo.
Chicos Fiesta, sois los elegidos.


Fijaos en el minuto tres en un chaval con una cazadora roja y gafas de sol, soy yo.
Siento haber escrito tan rápido y bruscamente (creedme, lo he hecho), pero espero que podáis llegar al fondo de todo.

Chicos Fiesta, mi admiración.