Encuentro tremedamente dulce que mi pequeño parón haya sido dejando una entrada sobre un documental sobre transexuales en Irán (creo que así era). No cualquier documental, sino ESE. Siempre que me acuerdo de él, no puedo evitar dibujar una pequeña sonrisa.
El día a día es una pequeña lucha. Lo creamos o no, tenemos que librar pequeñas batallas para abrirnos paso en la rutina. Muchas veces, estamos enfrentándonos con nosotros mismos. ¿Deber o querer? Ains... Peligrosa pregunta, ¿verdad?
Constantemente tomando decisiones que nos vinculan a un futuro incierto. Parece que con la puerta que dejamos atrás, una pequeña parte de nosotros se queda enfrente de ella, esperando el momento en que pueda abrirse.
¿Qué pretendo decir con todo este rollazo? Muy sencillo: entre unas cosas y otras, no encuentro el momento para escribir unas pequeñas líneas... Bueno, también es cierto que muchas veces no tengo ganas,no tengo la inspiración...
Podría haber hecho mi reseña del MDNA de Madonna, el Roman Reloaded de Nicki Minaj; haber hablado de la Semana Santa y lo que significa para mí...
En cualquier caso, y a modo de disculpas, os voy a dejar con una canción que me hace cerrar los ojos por las noches.
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