miércoles, 29 de febrero de 2012

Comeback.

Se que di por cerrado este blog hace cosa de seis meses, que no he dado ningún indicio de una posible vuelta desde entonces... Pero sí, aquí me tenéis. Sabéis, ¿nunca habéis sentido que tenéis tanto guardado que dejarlo por ahí aliviaría tu carga? En estos últimos días me estoy dando cuenta de eso. Hay cosas que me resultan imposible de hablar, es un auténtico esfuerzo pronunciarlas, así que normalmente salgo por la tangente. Son temas que solo tienen lugar en mi cabecita. Hoy, después de 9 horas en la facultad, conseguí salir de la Biblioteca. Ya estaba anocheciendo en el viaje, y me di cuenta del gran peso que llevaba arrastrando. Una vez que empiezas, nunca paras. Es como un muñeco de cuerda alimentado por los propios pensamientos. En el autobús, en el Metro, al llegar a mi casa... Ya me veía yo por la noche intentando acallar esas voces tan pesadas con ritmos de R&B. Sin embargo, me acordé de esto. No creáis que solo lo he recordado hoy. Han sido muchos los días en que me he planteado retomar mi faceta bloggeril, y muchos los amagos, también. Realmente... Empecé este blog por puro egoísmo. Por poder depositar todo lo oculto de mi persona en algún lugar, que no fuera un mero peso en mi corazón. Quería algo con lo que guardar todas las notas para, una noche de entre semana, poder rememorar y, ante todo, contrastar, marcar horizontes. Parece que ha sido hoy cuando me he dado cuenta de todo lo que este blog significa para mí. Es, a la vez, una gigantesca cama en la que perderme entre sus cálidas mantas, una habitación de manicomio, un austero y frío monasterio... No es tanto por lo que digo, como por lo que dejo entre líneas, lo que se esconde detrás de la pantalla. Finalmente, puedo decir que me tenéis de vuelta. Para lo bueno, y para lo malo. Para lo divertido, y lo aburrido. Turn to stone Lose my faith I'll be gone Before it happens